Desde que leí el libro de Javier Urra quedé
enganchada a éste, son tantos aspectos en los que coincido y que observo cada
día en esta sociedad y en mi tarea como docente que he considerado necesario
escribir algunos de los fragmentos que aparecen en él y poder ayudar en la
medida de lo posible a aquellas familias que están un poco desorientadas con el
comportamiento de sus hijos.
Los padres en general educan
correctamente, transmiten buenas pautas educativas, pero cada día nos encontramos
con familias que tienen dificultades a la hora de educar a sus hijos y que
repercute negativamente en todo el entorno.
Que
centremos la atención en un problema cierto como el de los hijos tiranos, no
debe confundirnos y hacernos creer que todo es un desastre pero hay que poner
solución cuánto antes.